Hoy sabemos que el cuerpo tiene el poder intrínseco, de manera natural, de regularse, sanarse y recuperar su equilibrio realizando a diario importantes funciones orgánicas para mantenerse a salvo, preservando trabajosamente la salud en un esfuerzo constante de autorregulación. Los síntomas físicos, las molestias y los desarreglos son distintas maneras de comunicar que algo está desrregulado, o desajustado.
Cada uno de nuestros pies contiene más de 7.000 terminaciones nerviosas que lo conectan de manera refleja (según la reflexología podal) con todos los órganos, zonas y sistemas corporales conforme a un esquema o mapa específico.
Así, la zona refleja del dedo gordo corresponde a la cabeza, mientras que la almohadilla del pie se corresponde con los pulmones, etc… Manipulando estas zonas reflejas en los pies estimulamos órganos, zonas o sistemas.
En una sesión de reflexología movilizamos a través de diferentes técnicas y presiones, ciertas regiones del pie para equilibrar, tonificar o relajar según las necesidades de cada persona tratada. Siempre con un objetivo concreto previamente determinado, al analizar de manera personal y global lo que la persona necesita en este momento para autorregularse física, emocional, mental y energéticamente.
A través de este masaje podemos cuidar a bebés, niños, adultos y personas mayores y tratar cualquier patología presente, sea un síntoma físico, emocional o un desgaste energético. Y es altamente recomendable como sistema preventivo para mantener a salvo nuestra salud.
Qué beneficios podemos obtener
- Relajación. Recomendado para combatir el estrés.
- Fortalece el sistema inmune.
- Relaja el sistema nervioso.
- Desbloquea nudos emocionales.
- Apoya los procesos homeostáticos corporales.
- Favorece mecanismos de depuración.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Alivia el dolor (se aprende a gestionar el dolor, ).
- Disminuye la intensidad del síntoma.
- Mejora la calidad del sueño.
- Incrementa niveles de energía.
La reflexología podal es una técnica ya usada por los médicos griegos, egipcios y chinos hace más de 5.000 años por sus probados beneficios.