Actividad dirigida a niñas y niños a partir de los 7 años.
—Marcel Marceau
El silencio es infinito. Los límites los pone la palabra.
Para un niño hacer teatro es descubrir la posibilidad de establecer una nueva vía de comunicación y expresar su mundo interno.
En las clases trabajamos de manera personalizada con el lenguaje, la psicomotricidad y la imaginación, incluyendo las dificultades que aparecen en el niño, para favorecer su plena expresión.
El sentido lúdico es la principal vía de conocimiento para cualquier aprendizaje en la infancia. Haremos juegos de roles, revisiones de cuentos clásicos e improvisaciones con personajes de cómics o de la literatura universal.
En una clase de teatro con niños la dinámica de grupo es el factor más importante: aprender a trabajar en grupo, aceptar al otro y saber compartir.
- Conducido por el profesor, el niño aprenderá a reconocer sus emociones a partir de pequeñas escenas teatrales donde aparecen sentimientos como la ternura, la sorpresa, el enfado, la tristeza, la alegría…
- El teatro puede convertirse para el niño en un espejo de su propia realidad.
- Le ayudará a conocerse y a entender su entorno.
- Cada encuentro terminará en una pequeña muestra para el mismo grupo y que, de esta forma, el niño se acostumbre a ser observado por un público, que es la esencia del teatro, en definitiva.
- A través de juegos, canciones e historias iremos creando un pequeño repertorio, que luego compartiremos a manera de representación con los padres.
Objetivos:
- Improvisaciones a partir de temas elegidos por el profesor.
- Reconocimiento de la voz y el cuerpo como instrumentos expresivos.
- El uso del lenguaje.
- Trabajar sobre la inhibición y la vergüenza.
- Aprendizaje del teatro a través del juego.
