El Masaje infantil ofrece al bebé un tacto nutritivo tan importante o más que el alimento. Crea un espacio íntimo de gran calidad entre la persona que da el masaje y el bebé, lo que ayuda a eliminar inseguridades y miedos de los primeros meses de la vida consolidando los vínculos familiares seguros.
Durante el masaje se estimulan todos los sentidos, el tacto, el oído (a través de la voz), la vista, el olfato, elementos todos ellos imprescindibles para establecer vínculos seguros con sus progenitores.
Se trata de que las madres y los padres aprendan a dar masajes a su bebé. Enseño el Método Shantala, un masaje que dan las abuelas de la India a sus nietos nada más nacer, mientras la mamá se recupera y que luego reciben de la madre durante años.
La escucha profunda y el diálogo que se establece durante el masaje beneficia la comprensión de las necesidades del bebé y aprendes a descodificar sus mensajes expresados a través de su cuerpo, a través de su piel.
Además favorece la maduración de los dos sistemas fundamentales, nervioso y endocrino. Estimula el nervio vago, el cual posee una rama que inerva el tubo digestivo, facilitando la liberación de hormonas que actúan sobre la absorción de alimentos como la insulina y la glucosa.
Diferentes investigaciones y estudios con rigor científico confirma que el masaje tiene un efecto positivo en el desarrollo saludable del bebé y revelan la necesidad de un tacto nutritivo como parte fundamental de los primeros años.